“Y qué culpa tengo yo…?”
@avestruzetereaÁngel Aguirre Jr, avestruzeterea, Chiapas, Enrique Peña Nieto, Fidel Herrera, grupo Higa, Guerrero, Luis Walton, Manuel Velasco, Mover a México, Veracruz
En Chiapas el gobernador Manuel Velasco está llevando al extremo un costosísimo culto a la personalidad que lo pone ya al nivel al que llegó Fidel Herrera en Veracruz. Todos están a disgusto con esa insultante publicidad, excepto desde luego los que venden pintura verde. La cachetada a su asistente no es nada si la comparamos con la que nos propina a los chiapanecos al imponernos su omnipresencia. Su área de Comunicación Social está ocupada censurando a los periódicos locales y comprando gacetillas en nacionales. Ya se dio el tiempo de inventar un partido político (cuyo creativo lema no es “Mover a México”, no, eso sería plagio al PRI. Por eso su lema es “Mover a Chiapas”) y tener al presidente de ese partido disfrutando descaradamente de un puesto público en el que colocó a toda su estructura.
En Veracruz, siendo más breve, Javier Duarte se aventó la puntada de nombrar como secretario de Desarrollo a, ¿quién creen?, pues al funcionario de la Sedesol federal que fue corrido cuando lo grabaron durante la estrategia para coaccionar el voto a favor del PRI (y que hizo que EPN pronunciara su “No te preocupes, Rosario”). De verdad. No es broma. Ojalá fuera broma.
En Guerrero parece un insulto que Luis Walton deje la alcaldía de Acapulco para buscar la gubernatura, y que Ángel Aguirre Jr quiera a su vez dicha alcaldía.
No estoy a favor de poner limitantes legales a los chapulines, pero ciertamente esa petición de licencia en masa de los delegados perredistas del DF es un insulto a la inteligencia.
La palabra misteriosa de hoy es… Hebdomadario
Desde luego, la joya de la corona es el gobierno federal. Desparramando cinismo, regalando teles, sin cambio en gabinete, con Grupo HIGA facturando por todos lados… todo eso le tiene que repercutir a los gobernantes, ¿verdad?
Pues no. Así como el “alcalde que robaba poquito” ganó su elección, y los coahuilenses robados por Humberto Moreira votaron por Rubén Moreira, así también los gobernadores de Veracruz o Chiapas pueden ser todo lo prepotentes, corruptos y cacheteadores que quieran: es muy probable que se salgan con la suya, igual que los chapulines o Aguirre Jr. ¿Por qué? Porque los votantes mexicanos tenemos memoria de teflón, síndrome de esposa golpeada, o nos llegan al precio muy fácil con regalitos en los mítines.
Es muy probable que en las elecciones federales de este año el abstencionismo ronde el 66% del padrón. Dos de cada tres mexicanos no votarán. Y con eso le estamos haciendo fácil la vida a los que nos están robando. Además, muy pocos mexicanos decidieron lanzarse como independientes, cerrando así el abanico de opciones frescas.
No me salgan con el cuento del fraude electoral: si los que se abstienen salen a votar en bloque pueden hacer ganar hasta a los del Partido Humanista. La presión en redes sociales sirve, pero si no la transformamos en votos, seguiremos en las poco confiables manos actuales.
Ya perdimos una oportunidad de oro: no habrá candidaturas ciudadanas en casi ningún lado. Pero estamos a tiempo de castigar a los más descarados impidiendo la continuación de sus proyectos de saqueo.
¿Nos atreveremos en junio, o se quedará la gente en sus casas viendo La Rosa de Guadalupe en sus teles electoreras peñanietistas? ¿Nos atreveremos en junio, o se quedará la gente en sus casas gritando “fraude”, tuiteando #YaMeCansé y poniendo memes de EPN en Facebook, como si eso saliera en las actas de escrutinio de las casillas?
No soy muy optimista. Yo viajaré 12,000 kilómetros para llegar a votar. El 99.99% de los mexicanos no tiene que viajar tanto. Votemos por el menos peor y deshagámonos YA del PRI. No debiera haber pretexto.
La culpa del desastre de nuestros gobernantes es nuestra. Ellos nada más hacen lo que saben: robar, cachetear, minimizar el problema de la inseguridad reduciéndola a Frutsis, y chapulinear. No le pidamos peras al olmo ni honestidad a nuestros partidos. Votemos, intentemos que los demás lo hagan. No es nuestra única herramienta, pero sin sancionar en las urnas lo demás es pataleo.