Más que uvas de Año Nuevo son pronósticos para el 2015. El orden de aparición no es el de importancia, están puestos al azar:
─José Tomás saldará una vieja deuda con México.
─Aparecerá otra propiedad de un alto funcionario de la administración Peña Nieto vinculada a la constructora Higa.
─A pesar de su responsabilidad en el caso Ayotzinapa, Lázaro Mazón será el operador electoral de López Obrador y Morena en Guerrero.
─Hay cambios en el gabinete de Peña. Más de lo que esperan sus aliados, menos de lo que quisieran sus enemigos.
─Más de 30 jóvenes de Ayotzinapa seguirán en calidad de desaparecidos.
─Se retira el líder sindical petrolero Carlos Romero Deschamps.
─No llega la paz a Siria.
─Tras un brevísimo lapso, Felipe Calderón regresa de lleno a la vida pública.
─En un acto de “mera congruencia”, periodistas de izquierda y políticos de izquierda mexicanas y mexicanos seguirán luchando para que el hombre más rico del mundo se siga haciendo más rico.
─El PAN sale de terapia intensiva. Usando el mismo pragmatismo que le llevó hasta ahí.